¿Sabías que hay más de 47.000 coaches profesionales en el mundo, que las empresas hacen cada día más uso de este tipo de servicios, que se invierte en programas de coaching cerca de 2 billones de dólares, que la mayoría de los coachees son ejecutivos y managers, que este tipo de programas se localiza especialmente en Europa Occidental, América del Norte y Oceanía, y que el mayor crecimiento actual se está produciendo fuera de estas regiones?
Estos son los datos que nos acerca el 2012 ICF Global Coaching Study.
¿A qué se deben estas impresionantes cifras? ¿Cuáles son las razones por las que esta técnica está impactando tan profundamente en nuestra sociedad?
Ya en 2004 Stratford Sherman y Alysa Freas anticipaban las razones en el artículo The Wild West of Executive Coaching, publicado en la Harvard Business Review:
El coaching ejecutivo ayuda al coachee a producir resultados para su organización desde la conexión consigo mismo. Por ello, la organización se beneficia de una mejora en los resultados con un menor desgaste por parte de sus directivos. Los líderes, por su parte, ven mejorados sus resultados y realizan un ejercicio de reflexión a la vez que ven reconocida su individualidad.
Sabemos que los programas de coaching ejecutivo funcionan debido a que las empresas que los han utilizado continúan solicitando estos servicios y a que las mejoras reportadas por los coachees avalan los resultados de los programas. Sin embargo, es difícil encontrar estudios que demuestren empíricamente la eficacia de esta técnica. Es precisamente la característica humana de los programas la que determina el éxito de los mismos, y es esa misma característica la que conlleva dificultades en la medida de los resultados.
El estudio Executive Coaching: It Works!, elaborado en 2008 por Kombarakaran, Baker, Yang y Fernandes y publicado por Consulting Psychology Journal, sostiene que el coaching ejecutivo es un efectivo método de desarrollo del liderazgo. En el estudio participaron 140 coachees y 42 coaches que fueron encuestados cualitativa y cuantitativamente. Los resultados mostraron mejoras tras la participación en un programa de coaching en cinco áreas, entre las que se encontraban la productividad, el compromiso y la gestión de personas.
Por otro lado, la American Management Asociation se hace eco de los resultados del estudio Institute for Corporate Productivity Coaching Survey 2008, que sostiene que los participantes cuyas organizaciones tenían implantados programas de coaching defendían que sus organizaciones tenían altos niveles de éxito en las áreas en las que estaban implantados estos programas.
Siguiendo las líneas de nuestros compañeros americanos, nuestra opinión es que si queremos conocer el nivel de éxito de estos programas debemos preguntarles a las empresas que han contratado estos servicios y a los ejecutivos que se han entrenado en base a esta técnica. ¿Quiénes mejor que ellos mismos podrían hablarnos de los resultados de los programas?
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